Lugar al que Dios me envía

Llegué a Huánuco el 10 de junio 2018, y el 16 de julio comencé a trabajar dentro del Centro de Rehabilitación de la vida Ángelo Longhi CREVAL.

La hermana Esther me presentó a todos los empleados, especialmente a Christian y Patty quienes son responsables del Centro.  Después hicieron una pequeña reunión conmigo sobre mi trabajo. Me delegaron tomar los signos vitales de la gente que frecuenta el Centro, limpiar algunas áreas de Centro. Después de 8 meses de presencia ampliaron mi misión: a partir de esa fecha además de tomar los signos vitales a los niños, controlo el peso y la talla, hago caminar y jugar a los niños que no pueden hacerlo, preparo las compresas para los pacientes que vienen para la terapia. También pongo las toallas al sol.

Al inicio de esta misión fue difícil para mí; aceptar la discapacidad tan severa que les tocaba llevar a los niños, no solo por un tiempo sino para siempre.  Al descubrir que a pesar de esta situación estos niños, reflejan alegría y esperanza en su rostro descubro en ellos a Dios oculto que me invita a ser sus manos y sus pies, me invita acompañarle desde la realidad de estos niños.
Estoy muy satisfecha con toda la gente, ellos son sencillos y disponibles. Me tomé un tiempo para escuchar   todo lo que me dicen, respetar su sufrimiento, su necesidad de ser escuchada y amada.

Respecto a la pastoral, soy parte del Coro de la Capilla de San Luis y cada sábado acompaño a una señora para visitar a los enfermos y llevarle la Eucaristía. Una vez al mes doy tema al grupo de las Consagradas de María por pedido de ellas.

Me pongo disponible al servicio de la comunidad aportando en todas sus necesidades: oración comunitaria, adoración al Santísimo, compras etc. al iniciar el proyecto comunitario me ofrecí ayudar a la hermana Linina con los Amigos de la Sabiduría, sean los niños como los adultos.  Y cuando la hermana Linina partió a Lima para su tratamiento, me encargó continuar con esta misión; es otra experiencia muy bonita que me permite profundizar nuestra espiritualidad y dar a conocer a Jesús desde el evangelio.

Jesús me llama a seguirle todos los días en lo más pobres. Ese es el legado que Montfort y María Luisa nos ha dejado.  También busco revelar el amor de la Sabiduría a todas las personas que están a mí alrededor.
Que la Virgen del Perpetuo Socorro, bajo la influencia del Espíritu Santo continúe acompañándome en la misión.


Hna. Marie Alice Guerrier
Huánuco - Perú



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