Desde New York, nuestra hermana María Jesús Pinedo Aguilar

QUERIDAS HERMANAS
Ya se aproxima la fecha del aniversario de mi profesión religiosa un lejano 22 de agosto.  Estoy dispuesta a manifestar a mis familiares, hermanas de congregación y amistades que nuestro Dios, se mostró clemente y misericordioso conmigo a la manera de una madre compasiva con su hija.
En mi vida misionera cuantas alegrías…cuantos estímulos por parte de mis hermanas mujeres de sabiduría, y les estoy muy agradecida.
No faltaron los desafíos cual oportunidad para crecer en la confianza en mí misma, en los demás y muy significativamente en Dios, en nuestra madre santa María, en san Luis de Montfort en madre María Luisa. Santa Rosita y mi negrito Martín de Porres.
Han transcurrido tres años que inicie mi servicio misionero en Huntington, una ciudad de Nueva York. En la Parroquia: San Hugo de Lincoln, conformada por familias americanas (hablan inglés) y familias hispanas, que proceden de: El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Guatemala, México, Colombia, Ecuador (hablan español y muy poco inglés).
Las Familias Hispanas experimentan diferentes dificultades, en diferentes grados según el tiempo que llegaron y las diferentes oportunidades que se les presentaron.

No cuentan con Visa. Tienen que trabajar a distancias considerables del lugar donde viven. Cuando se enferman sus dificultades aumentan porque sin trabajar no pueden pagar los cuartos que alquilan. Cuando tienen a sus hijos en su país de origen tienen que mandar dinero.
No saben el inglés. Si lo aprenden, tienen la esperanza de poder conseguir un mejor empleo. Dejaron su País, con muchas esperanzas, ilusiones.  Pero para poder llegar, experimentaron situaciones de mucho sufrimiento. Y para permanecer tienen que afrontar desafíos.
Un considerable porcentaje de los inmigrantes han vivido durante su infancia, adolescencia, adultez, experiencias graves que actualmente en un contexto de nuevos desafíos se han despertado con fuerza, en consecuencia, están muy ansiosos, tristes, algunos con cuadros depresivos.  El miedo a que los regresen a su país es otro azote que los tortura.

Sus recursos humanos y espirituales:
Son personas amables, sencillas, humildes. Algunos analfabetos. En proceso de aprender a leer y a escribir en su lengua materna. Son personas adornadas de espíritu comunitario. Solidarias. Lo poco que tienen lo comparten con otros más necesitados. 
Su fe y confianza en Dios son admirables. Cada domingo, hay dos horarios para celebrar la Eucaristía en español. Mucha gente participa. Por mi parte, colaboro en el Coro de la Misa. Los que no pueden en domingo, celebran los martes a las 7:00 p.m.
Los domingos, después de la Misa de 8:00 a.m., en los ambientes de la Parroquia se ofrece desayuno económico al alcance de todos. La gente se saluda con mucho cariño, alegría, sonrisas. En mi reflexión, considero que es este, el alimento que más les nutre, el sentirse unos, parte de otros. 

Soy Catequista de jóvenes y adultos que quieren prepararse para recibir los sacramentos de Bautismo, Primera Comunión, Confirmación. Para las sesiones de Catequesis, preparo materiales que facilite el aprendizaje.

Ofrezco el servicio de terapias en desarrollo humano-espiritual, para facilitar a las personas el recuperar la confianza en sí mismas, en los demás, en Dios. Este servicio puede ser a nivel personal   y /o familiar, en los horarios de mañana, tarde y algunas horas de la noche; teniendo en cuenta y respeto, a lo planificado en nuestra vida de fraternidad Sabiduría, y disponible a la posibilidad de las personas. 
Cada miércoles me uno a un grupo de personas para el rezo del Rosario en inglés. También rezo el Rosario, en español con las familias cuando las visito y cada viernes, tenemos la Adoración a Jesús Sacramentado.

Dos veces al mes participo en la Pastoral familiar: Con Mensajes y Reflexiones a grupos de Familias. Invoco la ayuda de Jesús Sabiduría, con frecuencia e intensidad. 

Cuando me encuentro con Hijas de la Sabiduría, muy mayores, en otras comunidades, ellas me transmiten paz. bondad y sabiduría. Hemos visitado a una Hermana que cumplió 100 años, le pregunté: ¿Cuál es su secreto? Ella me dijo: He vivido cada día suponiendo que podía ser el último, ayudando, perdonando, y especialmente pidiendo a Dios de ayudarme.
Mi Vida en fraternidad: Doy gracias a Dios por las  hermanas  de mi comunidad . Cada una ofrece  los talentos que recibió de Dios,para el bienestar comunitario. Nuestra vida de oración personal y comunitaria nos fortalece y nos permite responder con generosidad a las necesidades en el servicio misionero.

A mis Hermanas de la Delegación María Luisa: Expreso mi saludo fraternal, mi oración y  gratitud,me alegro  de su pertenencia a JESUS SABIDURÍA.  Cuando recibo el Boletín de la Delegación, realmente  me edifica conocer  sus testimonios de Vida Consagrada. Muy significativa su creatividad en la misión que les ha sido confiada. Muchas Gracias por su fraternidad y Amistad tan valiosas.





Tu eres, mi más precioso don.
Concédeme, amarte con fervor,
docilidad al Espíritu, confianza en Santa María.
Con San Luis María y María Luisa
servirte en los agobiados. Amén


Unidas en fe y amor, las abrazo con Mucho Cariño
                Hna. María Jesús Pinedo Aguilar


Comentarios

  1. Hna. Maria Jesús.hermoso testimonio .que Jesús Sabiduría y Nuestra Madre la Virgen María la colme de bendiciones por toda su entrega. Raúl Avalos ,Amigo de la Sabiduría

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