TRIDUO EN HONOR A SAN LUIS MARÍA DE MONTFORT

DÍA 3

28 de abril 2020

¡Movilicémonos por  los caminos de la AUDACIA!

“Si no arriesgamos nada por Dios, no haremos nada importante por Él.”
 Carta 27

Introducción:
La audacia misionera: ¡un estilo de vida, una puesta en marcha!

Siempre se camina por algo o por alguien. La marcha para Montfort es la «salida de Jerusalén», la audacia. Aquí se inserta la obediencia apostólica. Es una obediencia difícil: proviene de esta sabiduría perturbadora y hace hablar de ella. No se puede lanzar una semejante batalla espiritual sin afrontar este desafío que todos los pioneros conocen. 
Montfort va hacia las almas, hacia sus hermanos y hermanas, hacia los pobres, para salvar a su  prójimo pobre (Cántico 22,1). Y es impulsado por el amor de su Señor que lo envía. Dos amores que se conjugan como un poderoso motor.
 

Texto  bíblico,  Lucas 10,  1-11  
"Después de esto, el Señor eligió a otros setenta y dos discípulos y los envió de dos en dos delante de él, a todas las ciudades y lugares a donde debía ir. Les dijo: «La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha. Vayan, pero sepan que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven monedero, ni bolsón, ni sandalias, ni se detengan a visitar a conocidos. Al entrar en cualquier casa, bendíganla antes diciendo: La paz sea en esta casa. Si en ella vive un hombre de paz, recibirá la paz que ustedes le traen; de lo contrario, la bendición volverá a ustedes. Mientras se queden en esa casa, coman y beban lo que les ofrezcan, porque el obrero merece su salario. No vayan de casa en casa. Cuando entren en una ciudad y sean bien recibidos, coman lo que les sirvan, sanen a los enfermos y digan a su gente: El Reino de Dios ha venido a ustedes. Pero si entran en una ciudad y no quieren recibirles, vayan a sus plazas y digan: Nos sacudimos y les dejamos hasta el polvo de su ciudad que se ha pegado a nuestros pies. Con todo, sépanlo bien: el Reino de Dios ha venido a ustedes”.


-        Dejémonos impregnar por este texto del  evangelio que nos revela la Sabiduría de Dios.
-        A fin  de avanzar en un camino de audacia misionera  ¿a qué locura me llama Sabiduría?

Texto de Montfort: según la Oración Abrasada

¿Qué te pido? Nada en mi favor, todo para tu gloria.
¿Qué te pido? Lo que tú puedes y más aún, me atrevo a decirlo, lo que debes concederme,
como Dios verdadero que eres,…
¿Qué te pido?: Hombres libres... Sacerdotes libres con tu libertad, desprendidos de todo.
Esclavos de tu amor y de tu voluntad, hombres según tu corazón. Hombres prontos siempre a obedecerte, listos a correr y a sufrirlo todo contigo y por ti como losApóstoles.

Reflexión:

El cruzar el Puente-de-Cesson marca el momento en que Montfort decide no sólo convertirse en
sacerdote, sino también en la clase de sacerdote quería ser, desprendido de todo. En la Oración
Abrasada, se habla de la libertad apostólica. Lo que motiva el apostolado es una confianza total
en la Providencia. Además del desprendimiento que, a los ojos de Montfort, es condición
esencial para el apostolado, la Oración Abrasada constituye también un recordatorio al
desprendimiento lo cual nos hace reflexionar. La palabra «disponibilidad» es la palabra clave.
Describe el estado de quien está totalmente abierto a todas las llamadas que se le dirigen en el
apostolado.
Reflexión personal:  
Cruzar un puente no parece mucho. Sin embargo, unos pocos metros pueden tener un valor altamente simbólico y, en este mismo momento, El Puente de Cesson adquiere un significado especial en la vida de San Luis María: hace un audaz gesto de ruptura y liberación. Así funda la piedra angular de su edificio íntimo e interior. Es la piedra que sella el pasado y el comienzo de su aventura con Dios-Providencia. Asume el hábito del abandono filial y su seguimiento radical de Cristo.
¿Qué rupturas en mi vida pueden haber sido dolorosas pero me han hecho crecer?

¿Cómo distinguir las rupturas que hacen crecer de las que nos disminuyen?  

Contemplación mariana: La Visitación
Para vivir plenamente nuestro bautismo, tomando hoy a Montfort como guía: “debemos decidirnos a cambiar el sofá por un par de zapatos”, dijo el papa Francisco en Cracovia en agosto de 2016.
Contemplemos a María, que se fue con prisa hacia su prima Isabel.
Ella entendió muy bien una cosa: la voluntad de Dios era que fuera al encuentro de los demás. Así se convirtió en la primera misionera, la primera en llevar a Jesús a otra persona.






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