Nuestra Señora de los miércoles

Deseo compartir con sencillez, pero con mucho cariño, aquello que es bueno en un día especial en la semana como es el “miércoles”.
Hoy miércoles temprano he tenido el encuentro persona con el Bueno Dios de la vida, mi oración comunitaria con la comunidad, es desayuno y con todo ese lindo equipo, me preparo a partir a la comunidad terapéutica El Palomar.
Empiezo la caminata y avanzando encuentro personas mayores que salen de sus casas para tomar el sol, “lindo día el de hoy”.
- Buen día señora, ¿cómo anda hoy?
- Bien, el día está para disfrutar del sol.
- Qué bien señora, porque hasta ahora lo único barato es el sol…
Me despido y sigo la marcha.
Más adelante saludo a otra persona mayora que empieza a arreglar sus plantas:
- Me dirijo a ella diciéndole: “cuidado señora con esa penca (tuna) y sus espinas. Me responde:
- No pasa nada, pues no tiene. La he traído desde mi provincia y ¡qué bien crece!
Tenía ganas de continuar expresando sus orígenes.
- Chau señora, que pase bien.
Avanzo emocionada con estos saludos, y mirando el reloj.
 Una vez en el grupo de jóvenes en rehabilitación y en el aula, me dispongo a sacar mis instrumentos para compartir con ellos dos horas de acogida, cercanía, respeto, serenidad, autoestima, donde todo es posible.
Cinco jóvenes que han escuchado, observado, han puesto esfuerzo y entusiasmo para realizar un trabajo sencillo en pirograbado.
El proceso es explicado y poco a poco se ponen manos a la obra. Queda lejos en estos momentos la expresión “no puedo”:
- Ánimo todos podemos hacer algo lindo, así que pensemos los lindos colores, las finas líneas que voy a hacer, lo útil que será para mi este trabajo… ¡Si puedo!
Es el comienzo… tendremos una pausa y el otro miércoles lo terminaremos.
El regreso a mi comunidad ya se va haciendo con esfuerzo, pero siempre saludando y dando una palabra buena a las personas mayores que se encuentran a veces en su ante jardín, saludando al que pasa por su frente.
Como anécdota les comparto:
De mi comunidad llaman por teléfono a la comunidad terapéutica El Palomar, para preguntar si ya había salido de la institución o me pasó algo… porque… “todavía no ha llegado a la casa”.
¿Qué puedo decir? ¡Con esos saludos ni forma…!
Quisiera concluir esta linda mañana, de miércoles con estas expresiones dirigidas a la buena María y a mis fundadores, que siempre me acompañan. Gracias.
Con cariño…

Hna. Fanny Esther Macías Cubillos
Buenos Aires – Argentina


Nuestra Señora del miércoles

Nuestra Señora del peor día.

Ya se me olvidó el domingo, 
y el sábado está demasiado lejos.

Nuestra Señora de la vida, 
de las cosucas de cada día: … amor… risa… 
flores… agua.

¿Cómo sabría de la risa, sin haber llorado?

Nuestra Señora del peor día.

¿Cómo sabría del AMOR 
si Tú no me lo hubieras dado?



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