Esta historia empezó el 31 de enero de este año 2017, cuando compartía a mis Hermanas, en asamblea, un poema mío: QUIERO VIVIR…, Ese mismo día, en la tarde, me dice la Hna. Delegada, en nombre de su Consejo, que debo dejar la selva y que más tarde me dirán dónde voy a ir. Recordé el pasaje de Abraham cuando Dios le dice, deja tu casa y tu pueblo y vete hacia el lugar que te voy a indicar. En esos momentos sentía que Dios me lo estaba diciendo a mí: Esther, deja la selva y la misión que te había confiado y vete a Huánuco, allí te espero con otra misión. En este cambio externo, bien notorio, por el cambio del paisaje de la selva a donde estoy ahora, en la sierra, me ayuda mucho una frase, que, traducida del francés, dice lo siguiente: “el espacio toma la forma de tu mirada”. Todo depende de mi mirada interior y cómo voy dando forma a todo lo que contemplo y vivo. En este tiempo me está ayudando mucho esta frase; y les comparto que soy feliz y agradezco a Dios esta nueva oportunid...